martes, 25 de diciembre de 2007


Si yo fuera rico, no sería pobre


Una vez más, como cada año, la revista Forbes publica una relación de las personas con las mayores fortunas del mundo. Y las personas de bien (y pobres) como nosotros nos extasiamos ante los fajos de dinero que deben acumularse en los bolsillos del los señores Carlos Slim o Bill Gates.
Pero desde hace unos años, Forbes debe considerar que no basta dejarnos patente lo pobre que somos frente a nuestros congéneres, sino que es preciso demostrar que hasta los personajes de ficción tienen mejores cuentas bancarias. Gracias a unos cálculos de los más surrealistas, podemos saber que:

- El Tío Gilito es el personaje de ficción más rico del mundo, con una fortuna cercana a los 29 mil millones de dólares. Cosa que me extraña, ya que, aunque tenía esa bóveda llena de monedas, no recuerdo que realizase importantes inversiones de capital riesgo ni nada por el estilo.
- Richi Richón, posee la tercera mayor fortuna, aunque siendo eternamente un niño de 10 años es poco probable que alcance la mayoría de edad y la plena disposición de sus bienes.
- Montgomery Burns, es el sexto de la lista con 6 mil millones $. Al parecer, comenta el Forbes, ha perdido puestos debido a la aplicación de las leyes medioambientales en EEUU (creo que esta revista sabe mucho de dinero, pero poco de la legislación americana).

Estaría bien que el próximo año hicieran otro ranking con los personajes de ficción más pobres, miserables y muertos de hambre. Eso sí que sería reconfortante. Al contemplar la lista pensarías: “Bueno, no llegaré a los 900€ al mes, pero ese Carpanta cocina pollos debajo de un puente” o bien “Mi casa no llega a los 60 mt2 pero al menos no es la chabola verde y con goteras del Sr. Espinente”.